Todos los años haces apuestas para determinar los ganadores de los Premios Oscar. Estatuilla tan codiciada, anhelada y en ocasiones rechazada; es sin dudas el símbolo de la excelencia en la industria del cine. Pero, alguna vez te has preguntado: ¿de dónde viene ese nombre? ¿Por qué Oscar? Aunque existen algunas teorías, ese halo de misterio sigue allí.
Cada año se fabrican casi cien estatuillas de un caballero armado que mide un poco más de treinta y cuatro centímetros y pesa unos cuatro kilos, llamado “Oscar”. Al principio no tenía nombre.
La estatuilla de los Premios Oscar, fue diseñada por Cedrid Gibbons, directivo de los estudios Metro Goldwin Mayer (MGM). Su asistente Frederic Hope creó la base de mármol negro; el artista George Stanley esculpió el diseño y la California Bronze Foundry bañó la primera estatuilla en bronce chapado con oro de 24 quilates.
Premios Oscar y la teoría de Herrick
En mil novecientos treinta y uno, Margaret Herrick, bibliotecóloga y eventual Directora Ejecutiva de la Academia, comentó al ver la estatuilla: “Se parece a mi tío Oscar”. Sea cierta o no esta versión, la verdad es que el nombre de Oscar nada tiene que ver con el cine.
Lo que a nivel cinematográfico poco parece importar. Las películas en España reciben el Goya, que era un pintor; y las películas Francesas el César, que hasta donde se sabe era un emperador o un chef que inventó una, por lo demás, una deliciosa ensalada.
Sea lo que sea, la academia oficializó el nombre a partir de mil novecientos treinta y nueve. Sin embargo, ningún Oscar ha sido nunca para un Oscar. Han ganado Julio, Roberto, Joaquín, Esteban, todos menos Oscar.
El Oscar que estuvo más cerca de ganar uno, fue Oscar Homolka, un actor austriaco nominado por su papel en el Tío Chris en I Remenber Mama, en mil novecientos cuarenta y ocho. No ganó, sobra decir.