Los progresivos índices de obesidad alrededor del mundo, incitados especialmente por los excesos en la ingesta y la vida sedentaria, forman parte de una de las grandes dificultades de salud pública en nuestras sociedades.
Entre las diversas maneras, dietas y métodos que surgen cada día para combatir la obesidad, el empleo de plantas medicinales popular como fitoterapia, está avivando gran interés.
Existen ciertas plantas que tienen propiedades adelgazantes. No obstante, lo principal es colocarse en manos de especialistas en este campo. Para recibir una correcta indicación en relación con las necesidades personales.
Las plantas y los beneficios que de ellas se adquieren, ofrecen componentes poderosos para atacar a la obesidad. Debido a que no poseen efectos desfavorables. Pero, son suplementarias al procedimiento. Por sí solas no proporcionarán los efectos deseados, si no se adoptan con una modificación en los hábitos alimentarios y actividad física. Igualmente, no conviene utilizarlas inconscientemente, puesto no todas poseen los mismos beneficios y efectos.
Existen varios tipos de plantas para combatir la obesidad, cada una con funciones distintas.
Saciantes: Plantas como el plantago y el glucomanano, que al entrar en contacto con el agua crean un gel no asimilable que causa impresión de llenura y reduce el apetito. Conviene administrarlas antes de las comidas, acompañadas con suficiente agua.
Depurativas: Plantas como el ortosifón, optimizan la digestión o acrecientan la diuresis como la alcachofa.
Con efecto termogénico: El té verde y el mate tienen propiedades termogénicas (acción de generar temperatura, produciendo una acción quema grasa de las células adiposas).
Inhibidoras de la acumulación de grasa: Evitan que la glucosa se convierta en grasa. Una de las más estudiadas es la garcinia cambogia.
Para reducir la hinchazón del vientre: Plantas como el hinojo y la melisa son recomendables para contrarrestar la hinchazón.
Contra la retención de líquidos. Mejoran la eliminación de líquidos. Entre ella figuran: la vid roja, arándano, rusco.
Para controlar la ansiedad: plantas como la valeriana o la amapola de california, poseen un efecto tranquilizante.
Estos remedios naturales se han empleado históricamente en forma de té. Sin embargo, esta forma de administración no permite controlar positivamente las dosis administradas. Es preferible hacerlo en preparados como pastillas.
Cada planta convendrá administrarse de una manera específica. No se sugieren este tipo de métodos en personas que están amamantando. Es importante que los preparados se tomen siempre a la misma hora para mejorar su efectividad.