Meghan Markle y Harry, precisan de la autorización de la Reina Isabel para poder casarse.
La reina británica debe dar su beneplácito a todos aquellos que sean “una de las seis personas sucesivas en la línea dinástica de la Corona”. Quienes deberán recibir el sí de la reina para poder casarse, acorde con el Artículo 3 de la Ley de la Sucesión de la Corona.
Invitaciones y asistentes: según notificaron las fuentes oficiales, el número total de asistentes a la boda real serán unas 2.640. De los cuales 1.200 serán ciudadanos comunes de todos los rincones del Reino Unido.
Otros 200 invitados procederán de diversas organizaciones humanitarias a las que el príncipe Meghan y Harry se encuentran combinados. En la lista aparecen otros 610 miembros de la comunidad el castillo de Windsor y 530 invitados pertenecientes a otras casas reales.
Las tarjetas fueron escritas con tinta estadounidense en una tarjeta inglesa. Las invitaciones se imprimen en dorado y negro. Luego se pulen para distinguir el brillo y se doran alrededor del borde.
Meghan Markle y Harry han escogido un código de vestimenta para los asistentes
Se presume que los hombres vistan trajes de etiqueta o trajes oscuros. Por otro lado, se espera que las mujeres luzcan vestidos de día. Que no sean de gala y sombreros.
Música en la Boda Real: Se ha escuchado que el inseparable amigo de la fallecida Diana, Elton John. Ofreciendo un mini concierto para hacer cantar a los asistentes.
Así mismo, se ha escuchado que las Spice Girls, harán bailar a los invitados de la boda real. En febrero, Melanie Brown ratificó que los cinco miembros de la banda irían al casamiento.
Los regalos de la boda: Los novios han solicitado a todos sus invitados que pretendan otorgarles un regalo, reflexionen y en su lugar donar su dinero. Ha notificado el palacio de Kensington.
La pareja escogió personalmente siete organizaciones que simbolizan las causas que les entusiasman. Como la práctica deportiva en ayuda al cambio social, el empoderamiento de las mujeres, la conservación del medio ambiente, la falta de vivienda, la lucha contra el sida y las fuerzas armadas.
Y finalmente la luna de miel: Namibia es el destino seleccionado por Meghan Markle y Harry para su luna de miel. La pareja habría elegido el país africano por las experiencias magníficas que conlleva un viaje al desierto.
Definitivamente, una boda bastante fuera de lo que se acostumbra en realeza. Pero con un toque de frescura y flexibilidad.