Son varias las personas que sienten que será la siguiente princesa. Pero su vida no todo el tiempo ha sido un cuento. Meghan Markle, en realidad, se tardó unos cuantos años en conseguir salirse de una carrera como actriz. Hasta los momentos, ha mantenido una pelea constante con muchos prejuicios, incluso los raciales. Así lo reveló en una entrevista hecha a la revista Allure, en la cual señala que el racismo formó parte del día a día.
La tonalidad en su piel y los rasgos que posee Meghan, es la raíz del a mezcla entre un papá caucásico con una mamá afroamericana. Se trató de algo que para Hollywood era “especial” y que sirvió para dar comentarios fuera del sitio en cuanto a su origen.
La importancia étnica que le daban todos
En el momento que ella fue a un casting, los encargados usualmente la etiquetaban como una chica “étnicamente ambigua”, hace alusión. “¿Era latina? ¿Sefardí? ¿Caucásica exótica?”, señala, haciendo memoria.
Es a raíz de su semblante que jamás lograban clasificarla, y, asimismo, las pecas que posee en la nariz de las mejillas lograban confundir a todos. Asimismo, señala que en hubo un momento en una sesión de fotos, donde terminaron por eliminarlas y blanquear su piel. Todo con la finalidad de acercarse más a una clasificación étnica.
No obstante, no era una persona que tenía duda sobre su identidad y pertenencia. “Cargo un recuerdo bastante exacto, cuando tenía siete años y mi mamá me pasaba buscando en casa de mi abuela. Estábamos las tres, en un árbol familiar con un hombre de complexión moca, otro más de color caramelo y después yo, una chica pecosa y con piel más claro. Me acuerdo del sentimiento de pertenencia, el cual no tenía nada que ver con la tonalidad de piel”, dice.
Tal parece que existe un individuo al que no le afecta el prejuicio racial, hablamos del Príncipe Harry. Como bien es sabido, se ha consolidado el vínculo entre ellos dos de manera discreta.