Mary de Dinamarca cuenta lo sola que se sintió luego de dejar su país natal, Australia; para mudarse a Dinamarca.
Fue en el año 2000 durante los Juegos Olímpicos que Mary Donaldson (antigua ejecutiva australiana) se enamoró del príncipe Federico de Dinamarca. A partir de ese momento la vida de la princesa Mary; de 45 años, ha sido pública y notoria. Sin embargo, lo que no conocíamos es lo difícil que fue para ella vivir en Sídney e irse a vivir al otro extremo del mundo.
En una revista conocida, la princesa Mary ha decidido hablar de esos momentos de cambio en su vida. En este sentido la princesa declaró:
“Me sentí sola la primera vez que me mudé a Dinamarca…era una cultura nueva, un idioma nuevo, amigos nuevos y una forma de vida distinta, así que veo bastante natural que hubiera veces en las que me sintiera un poco sola, como si lo mirara todo desde fuera”.
A pesar de lo duro que fue para ella el cambio tan radical, aseguró que contó con la ayuda de su nueva familia; por lo que era sólo cuestión de tiempo para que se pudiera acoplar a su nueva vida. Pasado catorce años desde aquella primera vez, la princesa danés ya se ha acoplado bien y es una de las personas más querida de Dinamarca.
Tanto es su popularidad en el país danés, que la familia real ha subido cinco puntos de popularidad desde que Mary ha formado parte de ella.
El éxito de la Mary de Dinamarca
Quizás el éxito de la princesa se deba al compromiso que tiene a través de una fundación; cuyo propósito es combatir el bullying y la violencia doméstica. Al respecto Mary explica:
“Solos, nos sentimos vulnerables. Esa es la idea fundamental de la filosofía de la Fundación Mary”.
Finalmente cierra diciendo:
“Todo nuestro trabajo y esfuerzo se dirigen a combatir el aislamiento social; tanto si es causa o consecuencia del bullying, la violencia doméstica o la soledad. Hoy, sabemos que la felicidad y la salud dependen de si se tiene un entorno cercano y positivo”.
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