Audrey Hepburn: su legado arruinado con el paso del tiempo

Audrey Hepburn
Audrey Hepburn

Al hablar de Audrey Hepburn nos estamos refiriendo a un ícono del cine. Su imagen con el tiempo, más que una estrella de Hollywood ha sido un objeto decorativo. Quizás sea su destino, pero lo que sí sabemos es que es un signo de los tiempos que vivimos.

Audrey era una mujer bella y elegante, representaba el chic europeo. Su estrellato a la fama se lo dio al recibir un Oscar como Mejor Actriz Protagonista. Su trabajo fue premiado gracias a su dedicación. Con el tiempo sus papeles evolucionaban desde ser una chica angelical (como en la película “Funny Face”) hasta representar a una figura femenina al estilo de Jackie Kennedy y de Hubert de Givenchy.

La carrera de Audrey Hepburn

La famosa Audrey Hepburn

La carrera de la actriz está unida a dos de sus famosos personajes: el de Eliza Doolittle en “My fair lady” y el de Holly Golightly en “Desayuno con diamantes. Hace poco Emma Thompson dio unas declaraciones acerca de Audrey Hepburn. Según Thompson; la actriz no sabía ni cantar ni actuar y sus papeles eran siempre de necia sin temperamento. En aquel tiempo los productores pensaban igual, Audrey no sabía cantar pero la actriz que mejor hacía el papel de Eliza.

Audrey aparece en todos los poster y los bolsos en “Desayuno con diamantes”; lo más irónico de todo es que la actriz fue la que más se mantuvo como lo malo de Hollywood para representar una obra literaria. La película carga con mucho clichés racista y posee un diálogo algo artificial.

En un artículo que publicaba Joan Smith en The Guardia; habla sobre la sexualidad de la Hepburn en el papel que encarna y dice que su personaje es como un producto típico de la época. Al parecer esos aires de los sesenta de libertad y cambio; empezaba a transformar la percepción de la mujer o la idea que cada una tenía de sí misma.

La imagen de Hepburn, debía trascender más allá de un vestido negro, un cigarro de boquilla larga y los diamantes. La verdadera Audrey era aquella que viajaba a África conmovida por la pobreza que se vivía allá. Sin lugar a duda, su encanto era sobrenatural.