Ana Botín ha crecido profesionalmente en su cargo como presidenta del Banco Santander; sin embargo, es una responsabilidad que ha generado recelo.
En una oportunidad Botín le espetó la siguiente respuesta a un empleado:
“Anda que vaya pregunta que me haces”.
La repuesta la dio en el town hall meetings; que son las asambleas de empleados donde los trabajadores pueden hacerles preguntas de todo tipo. Esta práctica la implantó Ana (como se refieren a ella todos sus colaboradores) luego de su paso por Reino Unido y una de las innovaciones que decidió introducir como presidenta.
Su llegada a la presidencia la ha convertido en la mujer más poderosa de España, según Forbes. Además, lo que ha introducido le ha permitido lograr una transformación tranquila. Al contrario de su padre, Emilio Botín Sanz de Sautuola; él tomaba decisiones transformadoras por lo menos cada seis meses; ella no.
El lema y la estrategia de Ana Botín
Tiene un lema, y también es la del banco, es hacer las cosas “sencilla, personal y justa”. Como estrategia ha desarrollado una; que es la orientada a la atención y captación de clientes. Además a la innovación digital, muy diferente a las adquisiciones y grandes operaciones financieras del pasado.
En una entrevista concedida a un diario estadounidense muy conocido, ella informó lo siguiente:
“Ofrecemos un gran servicio, y tenemos Apple Pay y una app, Spendlytics, muy popular. Te permite medir tu gasto, es increíble”.
Además, en el artículo de ese prestigioso periódico la reportera que realizó el artículo comentó lo siguiente:
“La banquera más influyente del mundo, heredera de una de las grandes dinastías del sector, alguien que habla de economía con Christine Lagarde y de política monetaria con Lawrence Summers, una aristócrata que heredará algún día el título de marquesa… vendiéndome una cuenta bancaria”.
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